Resumen:
Los recursos fitogenéticos constituyen un patrimonio de la humanidad de valor incalculable, de ahí la importancia de su acopio, adecuado manejo y conservación, ya que de lo contrario el acervo germoplásmico puede deteriorarse y en grado extremo perderse, en detrimento de la estabilidad de los ecosistemas, del desarrollo agrícola e incluso podría afectar la seguridad alimentaria de la población mundial.
La biodiversidad de la flora constituye el acervo vital que nos legaron las generaciones anteriores, y es deber de las generaciones actuales darle un adecuado manejo y conservarla en beneficio de las futuras generaciones, ya que de lo contrario la biodiversidad puede deteriorarse o incluso perderse, con el riesgo de irrecuperable por lo que es imperativa su protección y conservación, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2006). De ahí que, los recursos fitogenéticos constituyan la materia prima que los fitomejoradores y semillistas requieren para el desarrollo de nuevas y mejores variedades vegetales que resistan los daños que causan las plagas y enfermedades, la sequía e inundaciones abruptas por efectos del cambio del clima en beneficio de los productores, para que la humanidad mejore su dieta alimenticia, y se garantice la sostenibilidad del medio ambiente (Tavitas, 1996).
Durante la última década del siglo XX, aumentó el número de bancos de germoplasma alrededor del mundo, así como la magnitud de las colectas ex situ para el enriquecimiento de los acervos correspondientes, lo cual ha significado una excelente respuesta a los constantes riesgos de extinción de diversas especies vegetales que por mucho tiempo han sido el soporte para la agricultura tradicional, y consecuentemente han constituido la base de la alimentación de muchos pueblos del mundo. Por eso, el buen manejo y la conservación de los recursos fitogenéticos en los bancos de germoplasma constituyen dos herramientas de incalculable valor para los fitomejoradores y productores agrícolas de todos los estratos incluyendo a los de las comunidades indígenas (Tavitas y Hernández, 2004).