Resumen:
Durante los últimos 50 años, la formación de cultivares mejorados a través del mejoramiento genético, al igual que el uso de una nutrición adecuada y la aplicación de riegos, son los componentes tecnológicos que mayor impacto han tenido en elevar la producción de alimentos.
Para evaluar el comportamiento de los cultivares durante su mejoramiento genético y hasta antes de su liberación, es necesario tener puntos de comparación, entre los nativos, criollos o variedades regionales, además de establecer evaluaciones en diversos ambientes, en los que muestren su comportamiento sobresaliente y su potencial de rendimiento. Esta respuesta diferencial de los cultivares a condiciones ecológicas contrastantes es conocida como la interacción genotipo – ambiente (IGA).
Debido a la gran diversidad de climas, México es considerado centro de origen y de diversidad biológica de múltiples especies, por lo que el estudio de la interacción genotipo – ambiente cobra relevancia en nuestro país. Al identificar cultivares sobresalientes por su rendimiento e IGA, se pueden iniciar estudios para identificar las causas genéticas, fisiológicas, fenológicas y evolutivas de mayor relevancia para el cultivo, situación que impactará en la producción de alimentos.
En este libro los autores tienen el objetivo de contribuir con la difusión de la teoría y experiencia práctica del estudio de la IGA, para evaluar el comportamiento de los cultivares durante su mejoramiento genético y evaluación agronómica, para que finalmente estén disponibles para los productores. Se hace un recorrido por diversos modelos estadísticos describiendo la historia del desarrollo de los mismos a través de algoritmos y software especializado.