Resumen:
Uno de los aspectos más importantes en el manejo del riego es medir en forma exacta la cantidad de agua aplicada a una parcela (Lb) y la eficiencia de aplicación (EA). Los productores frecuentemente aplican el agua hasta que el terreno adquiera un color.
oscuro o "que se moje el último terrón" y continúan regando después de que el agua llegó al final de todos los surcos por tiempo indefinido, dando como resultado eficiencias menores al 50%; es decir, por cada 100 litros de agua que se aplican, se aprovechan menos de la mitad. Cuando los productores no consideran la eficiencia del sistema pueden tener un déficit de humedad o sobre-irrigar; poca agua produce estrés y reduce los rendimientos, agua en exceso causa asfixia, lavado de fertilizantes móviles (Ej. nitrógeno), induce presencia de enfermedades y afecta la calidad y cantidad de la producción.