Resumen:
En el cultivo del trigo, algunas géneros y especies de microorganismos de la micoflora del suelo y del follaje producen enfermedades asociadas con la inhibición o la destrucción del sistema radical de las plantas y con la reducción de la tasa fotosíntetica (tizones). Aunque resulta difícil identificar todos los problemas que estos patógenos pueden provocar, es factible agrupar estos hongos en forma general, según las zonas climáticas donde predominan. Por ejemplo, los géneros como Bipolaris spp., Fusarium spp.,Helminthosporium spp., Septoria spp., y Pythium sp., son importantes en climas templados, Sclerotium rolfsii lo es en el subtrópico y Gaeumannomyces graminis prevalece en zonas frías y lluviosas.
También se encuentran otros hongos fitopatógenos denominadas secundarios como son; Alternaria spp., Curvularia spp., Nigrospora spp., Cladosporium spp., que pueden sobrevivir prácticamente bajo cualquier condición climática al igual que los géneros saprófitos Stemphylium spp., Torula spp., Phoma spp., Epiccocum spp., Penicillium spp., Paecilomyces spp., Aspergillus spp., Rhizopus spp., y Mucor spp., que son fácilmente reaisladas del suelo (Zillinsky, 1983).
En general, los efectos de estos patógenos en la planta son un crecimiento menor, se reduce el número de macollos, se produce una madurez prematura y se obtiene grano en menor cantidad y de menor peso. De estos géneros, Fusarium spp., es uno de los más importantes en trigo, entre los cuales están las especies F. avenaceum, F. culmorum, F. graminearum, y F. equiseti. Otro género importante es Helminthosporium causando tizones foliares ya que se han identificado a las especies H. sativum, H. tritici-repentis, H. avenae, H. teres, H. gramineum, H. giganteum y H. speciferum. El género Septoria es otro de los patógenos que causa tizones, donde se han identificado a S. nodorum y S. tritici (Mariscal, 2014).
Desde el año 2000, en los municipios de Guanajuato; Pueblo Nuevo, Salamanca, Valle de Santiago, Pénjamo, Yuriria, Irapuato y Acámbaro, se ha presentado la enfermedad conocida como marchitez, amarillamiento o madurez prematura de plantas de trigo, llamada también por los productores como la secadera, fusariosis o “el fusarium”. También se ha observado que causa daño en cebada, maíz y sorgo donde causa la pudrición del tallo y por consiguiente el acame de plantas.
Esta enfermedad se ha detectado en todo El Bajío y se presenta en forma de manchones con plantas dañadas que presentan pudriciones en la raíz, corona y tallo, y cuando se presenta en grandes extensiones causa pérdidas estimadas de un 30%. En El Bajío, este problema se ha asociado hasta con 11 especies de hongos del género Fusarium y su incidencia se ha favorecido por malas prácticas agronómicas como son la mala nivelación del suelo, un drenaje deficiente, riegos pesados y la permanencia del rastrojo en el terreno. En el Laboratorio de Fitopatología del INIFAP-CEBAJ se han identificado algunas especies de Fusarium asociadas con la secadera, así como a Helminthosporium, Alternaria, Nigrospora, Cladosporium, entre otros hongos, inclusive varios de estos en una sola planta enferma.
A través de entrevistas con productores se determinó que las acciones de control químico y cultural no han sido completamente efectivas ni viables económicamente, una estrategia para el control de esta enfermedad es la aplicación de microorganismos antagonistas; sin embargo, la eficiencia depende mucho de la forma de aplicación y de la fertilización química del suelo (CESAVEG, 2010).
En el 2006-2008, se hizo un estudio en el INIFAPCEBAJ en áreas productoras de cebada y trigo en el estado de Guanajuato, donde la incidencia de la secadera estuvo asociada a un mal manejo agronómico como la mala nivelación de suelo y a lotes con labranza de conservación. (Delgadillo, 2008).
Una forma efectiva de control de la enfermedad es el establecimiento de un Manejo Integrado de la Secadera que involucre el uso de diferentes tipos de control de esta enfermedad en el cultivo del trigo, por lo que en el siguiente folleto se describen las diferentes acciones que el productor puede llevar a cabo y que le ayudarán a disminuir la incidencia de la secadera de trigo.